Estamos acostumbrados a ver muchas fotos por el mundo. Todos los días. De todo tipo. Publicitarias, personales, periodísticas, pero a veces ni nos fijamos. Hay gente con talento y uno de esos parece ser el fotógrafo Richard Avedon.
Todos vimos fotos de él en algún momento, pero no reparamos en ellas ni en su autor tan a menundo como debiéramos. Yo, como ahora tengo una hermana recién licenciada en Comunicación Audiovisual (mañana es la graduación: ¡Felicidades Ceci! Dame una C, dame una E... ) aprendo estas cositas de ella y me fijo más en esos detallitos.
El otro día entramos en una cafetería super moderna para tomar un té 'MaybeBaby', un trozo de tarta de zanahoria y una cheesecake de piña y, en una estantería a modo de decoración, había un libro de este fotógrafo que al parecer es muy famoso.
Lo miramos con detenimiento y Ceci me explicó cosas sobre la obturación y la luz... que sonaban bien interesantes, la verdad, pero que yo, como ignorante en la materia, desconozco. Eso sí, hay que decir que no hace falta ser profesional para apreciar estas cosas. Ahora sé que el Sr. Avedon tomaba imágenes con un estilo muy particular. Las fotos son preciosas y vale la pena mirarlas detenidamente.
Eso lo aprendí el otro día... porque todos los días aprendemos algo. Todos. ¿O no?
¿Qué tal si damos una vuelta por su página y nos recreamos en el puro deleite para la vista, como no, en blanco y negro?
Loved it!!!
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