martes, 31 de enero de 2012

Cocinando que es gerundio



Hoy, entre muchas otras cosas lindas e interesantes, descubrí una página que se llama My Cooking Diary donde un chico recoge todo lo que va cocinando en forma de foto con su receta correspondiente.

Las comidas son muy "yo" en general. Me lo comería todo y me dan ganas de probar de cocinarlo todo también (entre mis 'estreses' diarios también está el de aprender a cocinar cosas nuevas y hacerlas ricas). Además, las fotos son preciosas y animan también a ponerse a sacar fotos como una loca (¿lo ven? Si es que no puedo evitarlo).



Como creo que vale la pena echarle un vistazo, acá les dejo el enlace y unas fotitos a modo de ejemplo para que comprueben en qué medida son ustedes inmunes a las cositas buenas que crean los demás. Si al final caen en la tentación y cocinan, sacan fotos o abren un blog de recetas, bienvenidas al club "aprendiz de todo".


Cosas curiosas: suele acompañar muchas comidas con té, su cocina es muy sencilla, suele cocinar para dos y no utiliza apenas carne

lunes, 30 de enero de 2012

Buen rollito


Yo no soy nada mística, la verdad. No me van los libros de autoayuda ni los gurús de la felicidad. Ni las personas que dan consejos porque sí, ni los que creen que tienen la receta mágica del bienestar. Pero lo que sí me va y mucho es el buen rollito. Creo en las charlas con amigas (firmemente), en la reflexología, en el Sr. Pilates, en la comida sana, en los animales, en las casas con mucha luz, en la ropa divertida, en la gente optimista, en una copita de vino, en las carcajadas, en la repostería hecha con cariño y en las notitas de amor en la nevera.

Además, ¿se dieron cuenta de que la gente que tiene buena onda siempre está rodeada de otra gente con buen rollo? Esto viene a ser como lo de que el dinero atrae al dinero pero en plan de andar por casa, o sea, a lo barato para que nos entendamos. Filosofía de esa de desperdigar entre amigas pero sin querer dar lecciones a nadie.

Si bucean por blogs con frecuencia, habrán visto que ésto de las frases inspiradoras está en boga* (¡qué frase tan chic, por favor), por eso me parece bien subirme al carro de las que están a la última y también recomendar este mini-video en plan positivo para empezar la semana.

Si sale en forma de póster me lo compro, lo enmarco y lo cuelgo en el baño para que sea lo primero que vea por la mañana (junto con mi cara de "como odio madrugar" en el espejo).

* Ah! por si alguien no 'está en boga' con el diccionario de la RAE, ahí va la notita del traductor:
boga3.
(Del fr. vogue, moda, y este de voguer, remar, navegar).
1. f. Buena aceptación, fortuna o felicidad creciente. Estar en boga.
 


Venga, dále a Play


El video es del libro "Sé feliz" acompañado de la canción New soul de Yael Naïm. Una obra ilustrada por Mónica Sheehan

Pasar el testigo


Y hoy es cuando me toca a mí.

Para empezar el lunes está bien darse una alegría a uno mismo y también dar una alegría a los demás.



Mi premio Best Blog va para (and the winners are:)



La silla turquesa por 'inspisante' (inspirador y estresante)... porque publica fotos tan lindas que dan ganas de llegar a casa y redecorar cada día para conseguir algún resultado que se parezca un poquito a lo que ellas muestran (¿no me digan que eso no resulta agotador?).

La punta del obelisco por 'creaniosa' (creativa e ingeniosa)... porque me gusta cómo cuenta su día a día y las cosas que hace para que su vida y la de los suyos sea divertida, sus fotos, sus manualidades y porque me gustan los nombres de sus hijos (no hay favoritismo porque sea bonaerense viviendo en el extranjero como yo... doy fé ante notario).

Fabulinas ¡Me quiero bajar! por 'divernial' (divertida y genial)... porque su forma de escribir hace que me den ganas de ir a conocerla en persona y de paso reírnos toda la tarde. Y porque también es lingüista y se indigna con las faltas de ortografía (tampoco el favoritismo viene porque sea compatriota).

Sin gluten por 'orisátil' (original y versátil)... porque me enganché a su blog con una entrada que reenvié a mi hermana y ahora la sigo porque me gusta su manera de contar las cosas... y porque hace unas recetas imposibles que, por suerte, yo no tengo que intentar (la celíaca es mi hermana ;-)

Olaimar Decor por 'elellosa' (elegante y maravillosa)... y porque quiero ganar la manta que sortea en el concurso (¿qué??, ésta era mi oportunidad de subir puntos en el sorteo!)... y porque recopila fotos con muuucho gusto.

¡Que tengan un lunes cálido, relajado, divertido e interesante! (o sea: ¡careldisante!)

viernes, 27 de enero de 2012

Mi barrio es así


Yo vivo en un barrio donde hay muchas otras personas. Cada una en su casa pero muy cerca unas de otras. Hay casas de todo tipo: divertidas, interesantes, curiosas, ingeniosas, brillantes, originales y también algunas insulsas (no iba a ser perfecto). Es una red fascinante de callejuelas, caminitos, pasajes y cuestas donde las casas siempre tienen una puerta abierta. Esa puerta se abre para que cuando pases por ahí te detengas y, si ves algo que te llama la atención, entres. 

Lo mejor que tiene este barrio es que está lleno de gente creativa donde cada habitante dedica unos minutos al día a hacer algo lindo.Todas nos levantamos, desayunamos y, cuando empieza el día, pensamos en qué vamos a hacer hoy y en qué habrán hecho las demás. Hay días más prolíficos y otros menos, pero solemos esforzarnos para crear con regularidad. Y todo lo que se crea, se hace para mostrar. Para que alguien lo vea y lo disfrute. A todas nos hace mucha ilusión que lo que hacemos guste porque somos así (suspiro).

Normalmente nos visitamos con asiduidad unas a otras. A veces sólo pasamos a decir ¡hola!, otras veces nos vamos en silencio y otras nos entusiasmamos y salimos con la cabeza llena de ideas. Al final de la visita, si nos caemos bien, nos damos un abrazo con cariño o incluso dejamos una notita diciendo lo bien que nos lo pasamos (generalmente con mil letras iguales en mayúsculas tipo así: ¡QUEEEEEEÉ BUEEEEEEEENO!) y otras dejamos una risa como ésta: JAJAJAJAJAJA... o un simbolito de aprecio como éste: :-) 

¿Se lo imaginan? ¿Se imaginan cómo es este barrio?


Imagínense que hay gente que entra a ver qué hiciste hoy y te visita una vez ¡sin conocerte! y dice: "pero mirá qué cosas lindas escribe/ cuenta/ crea/ hace/ vende/ recopila".
Imagínense que esa persona (como es detallista) de repente decide va a escribir tu nombre en su libreta plateada y, justo al ladito, la palabra: "seguidor" porque cree que, a partir de ahora, todo lo que hagas le va a interesar.
Imagínense que todas las mañanas alguien entra en tu casa a mirar con inqterés lo qué hiciste (es que somos todas muy curiosas). 
Imagínense que después de algunos meses de contar cosas y de ver lo que muchas otras cuentan, alguna decide elegir a sus favoritas por algún motivo especial y darles una alegría.
Imagínense que hoy alguien va y me elige a MÍ.

¡Imagínense qué contenta estoy!

La persona que hoy me dió la sorpresa se llama Pángala y me incluyó en su selección.

¿Pero vieron ustedes qué sencillitas somos? ¿Con qué poquito somos felices en este barrio?

Ahora me toca a mí hacer mi selección, así que me tomo el fin de semana para pensar y así el lunes les alegro la mañana a 5 personas más (es que los lunes son duros en todos los barrios, eso no lo podemos evitar y a nadie le amarga un dulce).

jueves, 26 de enero de 2012

Pastillitas para todas

Estoy abrumada.

Entiéndase "abrumada" como "con la cabeza llena de ideas todas mezcladas ahí en ebullición y con ganas de estallar por algún lado".

Intentando emular a cocineras de verdad como la dueña del blog "Mi dulce tentación", insisto en cocinar y experimento. Mi gafe con la repostería parece que empieza a alejarse pero los resultados nunca se parecen a ésto:


Veo las cosas que crea Mari, del blog "Mis cositas de manualidades", y me da por hacerle un abrigo a mi perra que no hay quien se lo ponga (¿ustedes sabían que los perros no tienen hombros??? ¿Y por qué no me lo dijeron???).Quizás si le pusiera un broche como éste en la espalda (monísimo) ya no parecería que la pobre Lilly ahora tiene joroba.



Después, cuando visito el blog de Julia, me da por apuntarme a clases de costura y ¡comprarme una máquina de coser y todo! Síiiii, ¡yo! No me reconozco. Claro, veo cosas así y me da por juntar todo trapito volante que hay por mi casa para ver si puedo hacer un neceser para viajar a la selva cómodamente con todos mis cosméticos o una funda de agenda (esa agenda que uso sólo el mes de enero).



Veo (no sin rabia) cómo la gente decora sus casas con amor como Marcela y me da por llegar a la mía y cambiarlo todo de lugar. Un espejo acá, un almohadón allá,... Salgo corriendo para Ikea y me vuelvo con una caja de galletas y una vela, pero no con ideas como para hacer ésto:


Quiero convertir mi mini-jardín-patio-terraza (no sé cómo llamarlo porque no cumple con los estándares de ninguno de los tres) en un jardín japonés (ahhhh sí queridas... si lo hago, lo hago a lo grande), así que me da por comprar tierra, plantas, macetas, arbustos, arbustitos, flores y florcitas porque claro, ví cómo lo hace María José y ahora yo quiero uno igual, aunque no creo que acabe pareciéndose a éste:


Y, como soy muy curiosa, me da por entrar en cuanto enlace recomienda Itziar y me dispeeeeeerso hasta perderme entre un millón y medio de cosas lindas.


También me entra ansia por leer cuando veo que Cristina recomienda libros interesantes, o de ir al cine y verlo todo o de aprender a escribir mejor.


Además tengo arrebatos y me da por practicar deportes en los que soy principiante no; lo anterior, sólo porque sí o porque tengo el presentimiento de que en el futuro seré campeona nacional (¿qué? en la imaginación uno puede inventarse lo que quiera).


Y, como consecuencia, tengo la necesidad de seguir con mis clases de Pilates para ver si consigo que las posaderas vuelvan a su sitio después de estar tanto tiempo sentada mirando blogs.



Así que, al final del día, además de necesitar dormir, tengo que tomarme una tacita de té de tila y ésto en forma de pastillita:

VALERIANUS CALMATIS (nombre científico, claro)

Vamos a ver: ¿Ustedes están seguras de que es sano ésto de pasearse por montones de blogs donde la gente es creativa y te inspira ... te inspira una envidia cochina que te mueres??????? Ufff...

A este paso voy a tener que organizarme mejor o conseguir ser más versátil de manera que, a la vez que cocino una tarta de limón con hierbabuena cubierta de mascarpone, pueda coser un broche con forma de muñequita, confeccionar un almohadón con el trapo que sobró de un mantel, regar las plantas del salón y hacer estiramientos para mantener el body in good shape.

Sinceramente queridas, lo de encontrar blogs con gente así me hace pensar que todo el mundo necesita crear (hasta acá: sentimiento positivo), pero que lo hagan así de bien me inspira un sentimiento difícil de asimilar... algo parecido a la ENVIDIA COCHINA (combinada con estrés, claro).

¿Hay alguna pastillita para ésto? (para la envidia-estrés, digo... porque para lo de la creatividad ya veo sí. ¡Yonquis!, ¡Que son todas unas yonquis!).

martes, 24 de enero de 2012

Juicios rápidos

pinterest
Si nos ponemos a confesar, veremos que casi a todas (sí, este post es casi exclusivamente femenino) nos va a costar reconocer que no podemos dejar de observar con lupa todos los detalles cuando vamos de visita a una casa en la que no estuvimos antes y, mucho más aún, admitir que arremetemos alegremente sacando conclusiones a la ligera. La curiosidad es muy positiva cuando se trata de saciar inquietudes y de aprender, pero en estos casos es descaradamente entrometida. Lo de husmear en la intimidad de otros es algo atractivo a lo que no nos podemos resistir. Ir por primera vez a casa de alguien que conocemos lo suficiente como para que nos invite pero no tanto como para haber estado antes, resulta parecido a una misión de servicios especiales. Entramos como Indiana Jones en la jungla dispuestas a examinarlo todo con el ojo biónico del enemigo de Terminator. Eso sí, siempre desde el cariño. Ese mismo cariño que nos hace escudriñar cada rincón con vista de rayo láser y sacar conclusiones algo precipitadas, si cabe. Y si no, analicemos en profundidad:

- Nada más entrar: el olor.
Huele a fresco: Ella (somos más implacables con las moradoras femeninas porque dan más juego: una injusticia pura) abrió las ventanas para ventilar porque quiere dar buena impresión si llega alguien sin avisar. Que su casa oliera a encierro sería una tragedia. Le damos un voto inicial de confianza y esperamos poder juzgarla en el próximo ambiente.
Huele a encierro: Llegamos a la vez y abre la puerta a la velocidad de un rayo dejándote kilómetros atrás para llegar despavorida a la ventana y enciende una vela perfumada dando explicaciones: Posiblemente diga que no ve telenovelas pero lo haga a escondidas y le fastidia que la critiquen.

- El recibidor: primera impresión.
Hay un perchero con una pamela sólo por decoración y un pañuelo de flores púrpura que no se usa: es amable pero se reserva para momentos mejores, no disfruta del presente, siempre espera lo que está por llegar. Debería pintarse las uñas con purpurina de vez en cuando.
Hay revistas apiladas de mala manera y unas zapatillas de andar por casa: es espontánea, un poco indisciplinada y no pierde oportunidad de pasárselo bomba.

- La cocina (esa gran fuente de inspiración para la crítica despiadada):
Tiene una mesa con una sola silla: ha perdido la esperanza.
Tiene cuatro sillas y un frutero con plátanos: todo el mundo es bienvenido y los atenderá sin protocolo.
La nevera está llena de verduras y frutas frescas, un tetra brick de leche de soja y queso blanco light: se cuida la piel, quizás vaya al gimnasio intermitentemente y se ponga mascarilla en el pelo cada tres días pero no pica entre horas ni se compra zapatos de charol.
Hay mayonesa, kétchup, un paquete de galletas de chocolate abierto, aceitunas con envinagrados, una botella de vino blanco y queso ‘Caprice de Dieux’: sabe improvisar, le gusta quedar en bares ruidosos y la buena vida sin complicaciones.
Tiene un táper que contiene una especie de terciopelo verde y un tomate mustio: no tiene pretensiones caras, no está entre sus aspiraciones convertirse en la anfitriona del año y lo más probable es que no tenga alfombras porque prefiere leer lo último de Haruki Murakami en lugar de pasar la aspiradora.
En la despensa hay curry, guindilla, tomillo y especias hindúes: es aventurera y curiosa, quiere aprender japonés por su cuenta pero al final abandona después del cuatro fascículo porque encontró una colección de ‘pareos del mundo’ que le fascinó.

- En el salón:
Hay un sofá cómodo, unas mantas de pelo largo, almohadones y una alfombra mullida: se engancha fácilmente a las series de 500 capítulos y no va de botellón a menos que sea estrictamente necesario.
El sofá es de piel blanca, hay unos estores blanco-roto inmaculados y un lirio blanco en un florero transparente con piedritas plateadas: a menos que seas el fotógrafo de El Mueble, ya podés salir por donde entraste porque que no merendarás churros con chocolate sobre la mesa de diseño.
Tiene fotos de su boda a tamaño natural y algún recuerdo de comunión con ribetes dorados: No te olvides de cerrar la puerta al salir. Réquiem por el glamour y todos sus derivados.
Deja las cortinas abiertas para que se vea la maravillosa flora multicolor del patio y alguna jaula decorativa sin pajarito: es optimista, extrovertida y posiblemente tome sol en la terraza con un daiquiri en una mano y la Cosmopolitan en la otra.
Tiene estanterías con libros desordenados y apilados porque ya no caben: es apasionada, soñadora y quizás un día, en un arrebato de culpabilidad, se apunte al gimnasio pero acabará charlando con el portero sobre la última novela de Matilde Asensi y, en el camino de vuelta a casa, comprará bombones sin un ápice de remordimiento.

- La habitación (oportunidad de salvar el pellejo):
Su cama es gigante y tiene un edredón de flores rosadas: es romántica y a veces un poco ilusa pero vive alegre tomando té de jazmín con galletas de canela por las tardes.
Tiene una colcha con tonos wengué: sus ligues son esporádicos y se van antes de desayunar. Lee la parte salmón del periódico para controlar su modesta inversión en una empresa vanguardista.

-El baño (otra inagotable fuente de información):
Tiene un sérum que cuesta medio sueldo: está obsesionada con su imagen y odia a Angelina por solidaridad con Jennifer.
Usa cremas de elementos naturales como avena, almendra, aceite de oliva, argán o cualquier otra que empiece con A: es honesta, amante de los animales y cuando quiere difundir su filosofía de vida en busca de adeptos todos miran hacia otro lado.
Guarda los champus en miniatura de los hoteles sin usar: disfruta de la vida pero se impone límites. Necesita hacer yoga, liberarse de tensión y comer más brownie.
Tiene flores frescas en un jarrón de cristal: es previsora, ordenada y no quería parecerse a su madre pero al final son dos gotas de agua.
Hay un rollo de papel higiénico de respuesto: es considerada, buena anfitriona y se rió mucho con la película “Y entonces llegó ella” pero alucinó.

Ahora analicen qué tipo de persona son ustedes y cómo son las casas de sus amigas… uuuuhhhhhh… da miedo ¿no? 

pinterest

miércoles, 18 de enero de 2012

En serio, hacerlo NO es 'sacrificio'

Es mi obligación 'invitarlos' a leer este artículo. Por favor, ténganlo en cuenta. Yo lo hice hace 3 años y no hay naaaada que eche de menos ni que me haga pensar que no hice lo mejor.

(CNN) — Ya sea que trates de eliminar tu hábito de tomar refrescos o simplemente tengas el propósito de abrir una botella de vino que guardabas sin ninguna razón, el inicio de un nuevo año significa reflexionar sobre lo que nos gustaría cambiar.
Gene Baur es el cofundador y presidente de Farm Sanctuary, una organización para la defensa de los animales de granja que pretende “poner fin a la crueldad hacia los animales y promover una vida compasiva”. Baur tiene su propia idea de un propósito alimenticio, y espera que lo sigas durante todo el año.

1. Come menos pollo (y menos huevos) 


Cuando reduces o eliminas el consumo de pollo o huevo, ayudas a uno de los animales más maltratados en el planeta. Los pollos que se crían para producir carne a menudo son abarrotados por miles en almacenes sucios y no tienen acceso a los exteriores, al aire fresco y a la luz del Sol durante toda sus vidas.
Están específicamente excluídos de la Federal Humane Slaughter Act de Estados Unidos, (La Ley Federal de Sacrificio Humanitario) y pasan por el proceso de sacrificio tan rápido que muchos resultan heridos pero no muertos, y los hierven vivos cuando llega el momento de quitarles las plumas.
Los pollos que se crían para obtener huevos no reciben mejor trato. Pueden encerrarlos tan apretadamente en jaulas pestilentes que nunca adquieren comportamientos básicos naturales o ni siquiera estiran sus alas. Millones de ellos padecen hambre durante un par de semanas al año para modificar su metabolismo y causar otro ciclo para poner huevos.
Piensa en esto: ¿El placer momentáneo de un omelet o tortilla francesa realmente vale la pena como para hacer que un animal deprimido y miserable tenga hambre durante semanas? Si no crees que sea correcto, puedes elegir comer tofu de alta proteína.

Basta de KFC, basta de nuggets o tonterías... ¡basta! hay mil posibilidades para sustituirlos. ¿Ustedes miraron la cara de esas criaturitas? ¡Por favoooooor! esto sí que es un propósito de año nuevo y no el de apuntarse al gimnasio e ir sólo durante enero.

2. Sustituye la leche de vaca

la idea no era ésta pero la foto me pareció divertida, jiji

Puedes usar otro tipo de leche saludable, que no incluya lácteos, fortificada con calcio hecha con almendra, arroz, avena, coco, soya o cáñamo.
No es completamente cierto que la gente necesita la leche de vaca por el calcio. La leche de vaca es para los terneros recién nacidos, y hay muchas alternativas deliciosas, más saludables, ricas en calcio, procedentes de las plantas que podemos consumir.
La única manera posible para producir leche de vaca es retirar a los terneros recién nacidos de sus madres que, como vacas lecheras, están atrapadas en un interminable ciclo de embarazo y lactancia. Las presionan más allá de sus límites biológicos, las agotan y envían al matadero después de unos cuantos años de producción. ¿Ya probaste un mocha latte de leche de soya o de leche de almendra?

Reconozco que lo tengo pendiente. Probé la de soja y no hay manera, debo intentarlo con almendra, seguro que funciona. En mi próxima compra, introduciré este pequeño-gran cambio. Pero propongo que también lo hagan los bares y cafeterías, que incluyan en su oferta leches diferentes para que todo el mundo pueda seguir su estilo de alimentación aún fuera de casa.

3. Evita el foie gras como si fuera una plaga


El Foie gras, o paté de hígado de pato, sólo se produce por la práctica sistemática y abusiva de alimentar en exceso a los patos a través de un tubo metálico que se introduce en sus gargantas. El foie gras está en la misma clase de la ternera en términos de la crueldad que se inflige en los animales y deberíamos rechazarlo completamente”.

Por favor,  basta de pedantería. Piensen con la cabeza y vean lo que supone el maldito 'fuá' que ahora todos los snobs y no tan snobs disfrutan de pedir en los restaurantes. Esos cocineros vanguardistas (por no decirles estupidistas) que lo incluyen hasta en sus postres. ¡Por favor! 
 
4. Decide tener un día vegetariano cada semana


Si al principio esto parece un reto demasiado grande, consume alimentos vegetarianos en una sola comida a la semana. En poco tiempo te darás cuenta de lo fácil que es de preparar y lo deliciosa que es, y no sentirás ningún esfuerzo para aumentar la frecuencia de las comidas vegetarianas.
Por medio de este enfoque gradual, puedes decidir eliminar todos los productos de origen animal de tu dieta. Simplemente si disminuyes el consumo de carne de granjas industriales evitarás que innumerables animales vivan una vida de miseria pura.

¿No sea dan cuenta de que es la oferta alimenticia más variada que existe? Y la más sana, y la más equilibrada, y la que no engorda y la que nos nutre y nos divierte con sus colores, olores y sabores... ¿Es que estamos todos ciegos?
 
5. ¡Come más vegetales!


Desde ensaladas y platillos de pasta hasta carne y quesos vegetarianos, hay un nuevo mundo de alternativas sabrosas que puedes disfrutar como parte de un plan de alimentación más gentil y saludable. Si quieres queso, prueba las variedades no lácteas; para salchichas busca las de chile chipotle o manzana y salvia; en lugar de una hamburguesa regular prueba una vegetariana con pepinillos, tomates, cebolla y otros ingredientes frescos.
Es 2012, ¿no es momento de dejar de consumir alimentos que producen las industrias que tratan a los animales como mercancías sin sentimientos y empezar a comer de una manera que refleje la saludable, evolucionada, y compasiva sociedad que aspiramos a ser? Permite que este año optes por no comer con crueldad. Te sorprenderás de lo bien que se siente (y sabe) comer con compasión

Le dedico esta entrada a mi amiga Gilda que es la persona que conozco más concienciada y comprometida con los animales y con lo que cuenta este artículo y la admiro por eso
Por cierto, FELIZ CUMPLE GIL! (atrasado pero con amor)

Perspectiva

perspectiva.
(Del lat. tardío perspectīva [ars], óptica).


1. f. Arte que enseña el modo de representar en una superficie los objetos, en la forma y disposición con que aparecen a la vista. (maravilloso pero difícil, difícil para los que tenemos dos manos izquierdas a la hora de dibujar)


2. f. Obra o representación ejecutada con este arte. (para darle el toque 'cultureta' a esta entrada miren éstos trabajos divinos de un pintor de esos increíbles)


3. f. Conjunto de objetos que desde un punto determinado se presentan a la vista del espectador, especialmente cuando están lejanos.

4. f. Apariencia o representación engañosa y falaz de las cosas. (dícese del pensamiento que a una no le deja dormir por la noche y que a la luz del día es una sublime estupidez). 


5. f. Punto de vista desde el cual se considera o se analiza un asunto. (ay, ÉSA perspectiva, qué peligrosa es).

6. f. Visión, considerada en principio más ajustada a la realidad, que viene favorecida por la observación ya distante, espacial o temporalmente de cualquier hecho o fenómeno. (importante lo de analizar las cosas desde la distancia, para no dejarnos llevar por arrebatos).


7. f. Contingencia que puede preverse en el curso de algún negocio. U. m. en pl.


¿vieron qué sombra proyecta el perro?

no parece que van en un barco?

increíble que se le vean los ojos al gato desde tan lejos

ese pelaje y ese ojo cristalino son alucinantes
metáfora de éstos tiempos?
  
Todas las fotos son de la página del Magazine Digital y su concurso "Su mejor fotografía"

lunes, 16 de enero de 2012

Que te vayas con la sensación de haber recibido un regalo de valor

Ayer, entre café con leche, periódico y tumulto en la cafetería de mi pueblo (siempre fui chica de ciudad pero estoy encantada con mi vida puebleril), me leí de cabo a rabo éste artículo que ya por su título me atrapó.

Estoy tan convencida de todo lo que dice que podría asentir al principio y final de cada párrafo. ¿O no nos pasó a todos eso de ir a una conferencia, seminario, curso, clase, charla o cualquier evento donde se exponga un argumento en el rompimos el récord de bostezos y nos dieron ganas de romper la mesa de un cabezazo para poder echar un sueñecito?

Yo soy de la opinión de que la culpa es del, a veces mal llamado, "comunicador". Así de crudo, es su responsabilidad. Es cierto que hay temas más duros de pelar que otros, pero toooodo puede llegar a ser interesante dependiendo del modo en que te lo cuenten.

Hace como mil quinientos años (una ya tiene una edad), tuve en la universidad un profesor de Derecho Civil (sólo oir el nombre de la asignatura dan ganas de salir a toda velocidad pegando con los talones en las posaderas). Su tarea no era fácil: captar la atención de adolescentes con códigos y leyes redactadas de forma soporífera no era coser y cantar. Pues bien, debo decir que supo entretener, supo hacer de aquello algo que recordar. Gracias a él no sólo aprendimos algo sino que apreciamos el valor de la materia y lo colocamos rápidamente en un puesto de honor fuera del de los profesores rolleros sin vocación de transmitir.

Todos, seamos más o menos exigentes, acabamos dando un valor supremo a que la exposición sea entretenida y, si es divertida ya ni hablemos. Como dice el artículo, lo ideal es salir con la idea de que valía la pena atender.

Si tienen dos minutitos no dejen de leer el artículo de Ferrán Ramón Cortés porque da que pensar.



Acá unos extractos interesantísimos del artículo y moralejas:



"Hablar es transmitir información,... Comunicar es, además, mover una emoción".
"...en nuestra comunicación tenemos la obligación de ser impactantes"
"...que, con el paso del tiempo, nuestra presentación sea la que se recuerde".
"Si todo es importante, nada es importante".
"La mente es una criatura metafórica"... "como más disfruta es con una buena historia,...".
"Es mucho más fácil recordar una buena anécdota que una precisa información".
"Somos curiosos por naturaleza, y prestaremos atención aunque solo sea para conocer el final". 

viernes, 13 de enero de 2012

El negro


Ayer, cuando escuchaba la radio mientras iba en el coche, hablaron de este artículo y lo primero que me vino a la cabeza fue que tenía que compartirlo acá con ustedes. Me encantó la historia y creo que es interesante como relato en sí y como metáfora y moraleja a la vez.

Al parecer, Rosa Montero lo escribió hace unos siete años y ahora disfruta de un renacer gracias a una nueva publicación que, además de darle una nueva oportunidad y un lustre especial, pone de manifiesto su actualidad a pesar de los años que pasaron desde que fue escrito.

Tómense unos minutitos y léanlo. Espero que les guste.



Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja. De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta. Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta. 

Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: "Pero qué chiflados están los europeos". 

El negro ROSA MONTERO EL PAÍS - Última - 17-05-2005 

jueves, 12 de enero de 2012

Menos planear y más hacer ¿o viceversa?



Todos tenemos de ESAS cosas pendientes. Seguro que están pensando en varias ahora mismo. Yo me paso la vida intentando hacerme una agenda mental con las tareas que quiero hacer bien ordenaditas para que quepan todas y la visualizo pero, como ya habrán deducido por mi frase "me paso la vida", nunca lo consigo. ¿Tienen ustedes también la sensación de tener siempre cosas pendientes de hacer? La verdad es que podría haberlas incluido en los propósitos para este año, pero no quise hacerlo porque son las mismas que arrastro desde hace lustros (qué palabra tan elegante: "lustros" y que poco la usamos ¿no?) y ahí siguen firmes, dándome toques en la nuca (maldita contractura).



Digamos que hay diversas tallas de meta. Algunas son a gran escala o XL, otras a media (M) y otras a mínima (esa talla que ya desapareció de mi vida: S). Estas últimas son bastante susceptibles de ser cumplidas, la verdad, ya que su nivel de exigencia es alcanzable, pero me gana la desidia (culturilla palabril) o la vagancia (culturilla nivel calle).

Las metas XL son de esas de reflexionar mucho antes de embarcarse pero que una vez a bordo, por amor propio o simple orgullo, una cumple porque quedan muy bien y es genial cuando la gente aplaude y todo el mundo dice: Ooohhhhh... (estudiar otra carrera: cumplido, cambiar de casa: cumplido, hacerme vegetariana: cumplido, aceptar trabajos nuevos: cumplido).


Las metas a media escala son las que se van cumpliendo intermitentemente según tenga una un buen día, un subidón, un bajón, falta de vitaminas, dosis extra de positividad o montaña rusa de estímulos: hacer más deporte (mmmhhhhh), pintar la casa (uuffff), llevar tacones todos los días (qué pereza), leer más libros hasta el final (no vale tener cuatro, -sí, 4- a medio leer en la mesita de noche), llevar una agenda para todo desde el principio del año hasta el final (enero sólo no vale), ordenar las fotos tanto en papel (las de los años 90 siguen mezcladas a lo loco en una caja) como digitales (si se mezclan el cumple de la tía, el viaje a Londres con amigas, la sesión de fotos con perritas y la excusión a la montaña nos sale una carpeta tutti-frutti que evidencia nuestra incapacidad organizativa fotoril llamada: "Cumple de perritas en Londres con botas de montaña 2011"), y más. 


Y después están las metas a pequeña escala que se van cumpliendo siempre que se puede pero que, al realizarse no son de las que merecen super ovación y, que si no se llevan a término tampoco suponen una gran decepción: ponerme body milk después de cada ducha, comer frutos secos cada mañana, emprender algún proyectito DIY de vez en cuando, ordenar la ropa por colores, comprar flores todas las semanas, pintarme las uñas de los pies en invierno aunque no se vean o escribir e-mails pendientes a gente de la que sólo tengo noticias cuando soy yo la que da señales de vida.


¿Saben cuando uno va a clase de yoga y le dicen: "ahora ponemos la mente en blanco" y no se puede? Pues eso, la mente ya no se vacía así como así, las piernas no se fortalecen con bailar un día por semana y los propósitos no se cumplen por sí solos. Si alguien tiene una receta para fijarse metas y seguirlas a rajatabla que lo diga... no sea cosa que esté yo acá solita pensando en cómo tener una fuerza de voluntad 10 puntos sin interrupciones y nadie me dé una pista de cómo hacerlo mejor y sin esfuerzo.

Vengaaaa... no sean egoístas. Cuéntenme cómo lo hacen (¿o somos todos igual de vagonetas?).

martes, 10 de enero de 2012

Poder evocador III (la música)

Esta entrada debería haberse producido hace mucho tiempo porque me la pidió un fan (¡qué divertido tener fans... nunca me imaginé que aparecieran en mi vida a través de un blog. Siempre pensé que llegarían junto con un Oscar o algo así ;-). 

Y ahora es cuando nos vamos a sentir identificados, aunque cada uno a su manera. ¿O no es cierto que la música tiene un potentíiiiiisimo poder evocador? Pero potente de verdad, eh.

¿Quién no tiene una canción que le arrastra hasta la adolescencia cuando nos flipábamos con cualquier tema nuevo que nos hiciera soñar en colores?



Y no nos importaban para nada las pintas de los cantantes, ni esos pelos, ni esos atuendos tremendísimos de los 'maravillosos' (fashionísticamente hablando) años 80. Incluso tuvimos la osadía de copiar esos looks (pero ¡por dios! ¿es que no había nadie con cabeza que nos aconsejara no hacerlo?)


Esas canciones que nos transportaban a otra galaxia y que, vueltas a escuchar en la actualidad, producen el mismo efecto aunque hayan pasado miles de años.

Es increíble como la mente rescata del fondo polvoriento esos recuerdos que creíamos olvidados y en un instante les pega un plumazo para volverlos a hacer relucir a través de un sentimiento fugaz (sólo duran los 2 ó 3 minutos de la canción pero vuelven a dejar un regusto intenso).

Hay temas de esos geniales que no podíamos dejar de bailar y que si hoy intentáramos reproducir estaríamos una semana en cama con lumbago.


Historias que nos hicieron soñar (creo que durante mi adolescencia vi ésta película unas 12 veces y escuché la canción unas 500, nada más).


Otras que nos enamoraron (aunque nadie entienda mi idilio con Michael J. Fox, yo soñaba con viajar algún día a NY y encontrármelo por la calle y que me reconociera: "¡Ah! ¡por fín!¡ llevo años esperándote! Me muero por tus huesos... bla... bla...". Bueno, che, no se rían. Es un sueño y los sueños pueden ser fantasiosos al máximo. Pero este verano cuando estuve en NY no pasó. No me lo encontré... snif... Y pensar que tenía una esperancita ¿ilusa yo? Nooooo).


A veces prestábamos atención a las letras y otras no. En realidad nadie sabe por qué unas melodías nos gustan y otras nos producen otros sentimientos. ¿Ustedes lo saben? Una vez alguien muy entendido en música (curiosamente me enamoré de más de un hombre de esos melómanos a rabiar) me explicó que habían ciertas melodías que estaban creadas para gustar de un modo casi automático. Que ciertas combinaciones de notas activaban no sé qué parte del cerebro que producían un efecto como de bienestar musical. O sea, una alquimia del ritmo que nos hace abrir esa compuerta que deja pasar los sonidos que nos van a hacer felices durante unos instantes y engancharnos para toda la vida. Y puso de ejemplo a Shania Twain. Evidentemente este comentario era una crítica feroz con modos refinados. O sea, a lo elegante.

También hay otras que producen sentimientos melancólicos de esos que dan ganas de suicidarse atragantada con un mentos y una coca cola.


Están los que nos recuerdan a personas del pasado (éstos son los sonidos reyes del poder evocador, claro).

Muy especial  y FANtástico ;-)

Very-very special.

Elegantísimo y muy sabio.

A momentos geniales de la infancia.

Gracias tío (aunque no me leas)

Y a cosas compartidas en el presente y enriquecedoras de cada día.


Sé que escuchar estas canciones lleva más de dos minutitos (los que solemos dedicar a leer cada blog) pero les aseguro que son una selección magistral del millón de temas que podría incluir y que revolucionan mi estómago o corazón (indistinta o conjuntamente).

Seguro que ustedes tienen su lista top ten y que ahora les acabo de dar en qué pensar...

Ay, ¡la música!... otro de los Detalles (con mayúsculas) imprescindibles de la vida. ¿O no?

miércoles, 4 de enero de 2012

A propósito

Ésto de los propósitos ya está muy requetevisto, pero llevo días sin inspiración y, con esto del principio del nuevo año me parece que una buena forma de empezar es poner en claro mis proyectos o deseos para los próximos doce meses.

Hay cosas que quiero mantener, otras que quiero cambiar y otras que quiero iniciar. Haciendo un repaso mental, me vienen a la cabeza unas cuantas, aunque estoy segura de que me voy a olvidar de muchas más que se me irán ocurriendo a medida que pasen los días, semanas y meses, así que la lista es susceptible ser ser modificada, ampliada o reducida siempre que se presente la oportunidad.

Digamos que quiero:

Cuidar la alimentación y apreciar todo lo que comemos.

Seguir ilusionandome con los regalos que recibo y con los que hago.

No perder la capacidad de asombro ante las cosas nuevas.

Seguir visitando lugares lindos y estar agradecida por ello.

Arreglar lo que está roto para que todo funcione bien.


Marcarme un camino y seguirlo.

Disfrutar de la naturaleza y seguir aprendiendo de los animales.

 

Dar valor al trabajo de los demás.

Leer más.
 
 
 

Escuchar a los demás y aprender de lo que dicen.

Mantener el equilibrio.

Descansar más.

 Disfrutar del sol y de los días maravillosos.

Ser más puntual.


Seguir cuidando de los que quiero.


Rodearme de la gente que me hace feliz.

Recuperar alguna vieja tradición.

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