miércoles, 2 de mayo de 2012

El pajarito moderno

Llevo un par de días preguntándome dónde está ese pajarito que pía por todos lados. En el coche, conduciendo ayer nos hacíamos esa pregunta: “¿Escuchaste? Es un pájaro”. En casa, mientras recogía la mesa, también. Paseando por la calle, lo volví a oir… pobre pajarito. Pero ¿dónde estás? Quizás me esté volviendo mayor y mis oídos me juegan malas pasadas.

Si es así y me estoy volviendo viejita quiero que sepan que siempre dije que quiero ser una vieja moderna… cuando sea vieja, claro. De momento son ‘joven’ y también quiero ser una joven moderna. Y ‘moderna’ quiere decir que, aunque no siempre esté a la última de todo (porque estar a la última es un estrés, la verdad), que siempre tenga la capacidad de tener los ojos, las orejas y la actitud bien abierta a aprender cosas nuevas.

La cuestión es que, teniendo una hermana joven de verdad una tiene que dar muestras de apertura de mente bastante a menudo para que no se la coloque en el baúl de las cosas en desuso… (ay, qué penita) y por eso me subo al carro de las nuevas tecnologías.

El tema Whatsapp (dios mío, que lo haya escrito bien, por favooor) me traía loca. Todas mis amigas, compañeros de trabajo, gente sentada en la mesa de al lado en la cafetería, etc. hablaban de que 'te mando un guasap y quedamos', 'te lo cuento luego por guasap' o 'te envío la foto por guasap para que lo veas'. Hay que ver qué mal suenan las palabras cuando uno no las conoce. Feas, feas. Eso sí, siempre hay que poner cara de “mmmhhh… claro, claro”, como que una lo entiende. Porque como dice mi amigo Iñigo, “no sólo hay que serlo, sino parecerlo”. Moderna, en este caso.

Y como ya se trataba de un caso de urgente necesidad, recibí un flamante móvil nuevo en mi cumple, yo hice lo propio con la compañía telefónica y mi cuñado joven y fornido me instaló la aplicación en cuestión (todavía recuerdo cuando “aplicación” era lo que ponía el champú en la etiqueta antes de explicarte las instrucciones de uso).

Así que ahora lo tengo y me siento modernísima. Tanto, que estoy pensando a quién puedo contarle cosas tan relevantes como que llevo unas medias que no me gustan porque me las puse esta mañana en la oscuridad, que me acabo de tomar un té verde o que ya voy (¿adónde? no sé), con una carita torcida que quiere decir sonrisa.

A todo esto: sigo oyendo el pajarito…
Esta mañana volvió a piar. Parece que me acompaña a todos lados. Ya le estoy tomando cariño. A lo mejor hasta le pongo nombre. 

Se va a llamar: “Whasson” … por tomarme el pelo y no decirme que era él.


1 comentario:

  1. jajaja bienvenida a la era 2.0!

    Whatsapp (sí, lo escribiste bien) es una masa, pero ojo si no tenés paquete de datos que te puede salir caro.
    Ahora la próxima es postear desde el celular! Vamos que venimos!

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