martes, 3 de julio de 2012

Hambre de saber

A veces una tarde aburrida charlando entre amigos puede dar lugar descubrimientos insospechados  y a un fenómeno más que inusual. 

Tengo un amigo que dice que todas las frases que empiezan con "¿A que no…?" acaban complicándole la vida a alguien y me parece una reflexión genial.

Al parecer ésa tarde dos amigos comenzaron una discusión tonta sobre si los paquetes de pasta para sopa de letras las contenían todas, de la A a la Z. Ella insistía en que no, él en que sí. Como hay preguntas de muy difícil respuesta y testarudos hasta la médula él decidió, después de la inevitable apuesta, que iría a comprar un paquete y harían las comprobaciones oportunas. Y así lo hizo. Compró un paquete y empezó a separar las letras por montones sobre la mesa.

Todas las A juntas, todas las B, todas las C, todas las D, parecía que la cosa iba bien. Iban  a estar todas y él ya se frotaba las manos pensando en su recompensa, hasta que llegó a la U. No aparecía. Quizás no la había buscado bien. Otro montón y a rebuscar otra vez. No. Nada. Siguiendo vio que la W tampoco aparecía. Las demás sí, pero esas no. Acabado el paquete e invadido él por un sentimiento de decepción, decidió escribir una carta a Pastas Gallo para pedir explicaciones. La carta contaba lo anterior y además planteaba esta cuestión:

"Por eso me pongo en contacto con vosotros, para que deis un poco de luz sobre el tema. Debo seguir volcando más montoncitos encima de la mesa, puesto que dichas letras sí existen en el interior del paquete? O por el contrario, estoy perdiendo el tiempo? Y si la respuesta correcta es la segunda, a qué es debido que dichas dos letras no aparezcan en el envase? Su proceso de fabricación difiere mucho de una O, o de una V? Por favor, quiero saber el motivo.

Os adjunto una fotografía del collage que hice. Podréis ver que faltan las dos letras comentadas. Mi amiga ha ganado la apuesta, o por el contrario aún queda una posibilidad de que sea yo quien gane, y que no sea poniendo una M al revés o rompiendo un poco una O?".

ésta es la foto que adjuntó a la carta como prueba irrefutable
Lo curioso es que, ante esta inquietud, al impulsor de la iniciativa se le ocurrió abrir un blog para contar su hallazgo y el desarrollo de los acontecimientos a partir de su reclamación. Al cabo de pocos días, escribía una entrada en la que contaba su sorpresa ante la inmensa repercusión que había alcanzado el tema. Muchos decían que se trataba de una campaña de marketing viral emprendida por la propia Pastas Gallo, otros se unían a la causa prometiendo comprar un paquete de pasta y someterlo a examen exhaustivo y también habían quienes se reían de él. 

En poco tiempo numerosoísimos medios se hacían eco de su iniciativa. Múltiples blogs dedicaban sus entradas al tema, los periódicos una columna y las radios unos minutos de entrevista en antena. La polémica no paraba de crecer. Todo un fenómeno.

Al cabo de unas semanas, la empresa respondió haciendo gala de muy buen humor:  


Apreciado consumidor,

A pesar de que existe una justificación técnica para que no hayamos fabricado la "U" y la "W" ( y es que son dos letras sin puntos de apoyo suficientes para asegurar que no se deformen durante su producción), podemos invitarle a que visite nuestras instalaciones y compruebe, in situ, cómo se fabrica la pasta y que no tenemos escondidas esas consonantes por ninguna parte.

Lamentamos, profundamente, que las Ursulas, Eustaquios, Wenceslaos, Eusebios, etc... tengan dificultades para escribir su nombre y que Vd. haya perdido la apuesta, no obstante, les sugiero a todos que usen la M al revés como W. Con la U sólo se me ocurre recurrir a la C, aunque, la verdad, cuela poco...

S.E.
Directora de Comunicación

Ni se imagina la tentación que he tenido de escribir toda la parrafada anterior sin ninguna "u"...


No contento con esta respuesta, siguió su lucha a favor de la inclusión de las letras perdidas. Durante el tiempo que duró su emprendimiento la iniciativa se propagó de tal modo que invadió los medios como una onda expansiva hasta convertirse, sin pretenderlo, en una efectiva, original y divertida campaña publicitaria.

Al cabo de unos meses el curioso en cuestión recibió en su casa un lote de pastas para sopa con unas cuantas U y W “por si las necesitara” junto con una promesa:


Y respecto a si incluiremos la "u" y la "w", el maestro tornero no sólo tiene preparadas esas, sino que, en previsión de futuras polémicas está trabajando sobre la "Ñ" y la @...¡¡¡¡¡Hay que adaptarse a los tiempos!!!!!!!

Sopa de la A a la Z

¡Qué bueno que hoy en día alguien "se mueva" gracias a una inquietud por muy insignificante que parezca! Me encanta la gente así.


La real academia de las sopas


Comadreja (palabro que utilizamos Ceci y yo para decir "moraleja"): Cualquier idea llevada a la práctica puede desencadenar en algo mucho más importante de lo que parecía en un principio.

Si tienen curiosidad por ver la cantidad de medios que mencionaron el fenómeno, dense una vuelta por el blog porque se van a quedar de piedra. 


Ah! conocí la historia gracias al blog CaraTortuga (que pienso seguir a partir de ahora!).

6 comentarios:

  1. ¡tremendo! :o) estoy por ir a comprar un paquete de sopa de letras para ver si es verdad...
    besos

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  2. Buenooo!!! Cómo me gusta esta historia!! Gracias por compartirla. Un día se la cuento a mis chicos en clase.

    Besos.

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  3. Vaya historia!! Me ha encantado, jajaja

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  4. Me alegro de que os haya interesado la historia, es genial :)
    Y me alegro de haber descubierto tu blog gracias a que tu has descubierto el mío jeje me verás por aquí seguro ^-^
    Un besillo!

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