Desde un punto de vista fisiológico (Susi, presta atención que aquí nos ponemos intelectuales), una sonrisa es una expresión facial formada al flexionar los 17 músculos cerca de los extremos de la boca, pero también alrededor de los ojos (¿habías pensando alguna vez que eran tantos?).
En los humanos, es una expresión común que refleja placer o entretenimiento, pero también puede ser una expresión involuntaria de ansiedad o de muchas otras emociones (ira, ironía, etc.) (nos gustan mucho más las primeras y esas son las que vos tenés que practicar a diario).
Varios estudios han demostrado (¡ah! si son varios nos lo creemos) que la sonrisa es una reacción normal a ciertos estímulos (como el baile de tu madre) y ocurre independientemente de cuál sea la cultura, y tampoco es una reacción que uno aprenda, sino que se nace con ella: los niños que nacen ciegos sonríen desde un principio.
En los animales, la exposición de los dientes, que podría parecer una sonrisa, significa casi siempre una amenaza o una señal de presentación (Susi, vos que sos una señorita, en el futuro presentate dando la mano o dos besos que siempre queda mejor).
El sonreír no solo cambia la expresión de la cara, sino que también hace que el cerebro produzca endorfinas que reducen el dolor físico y emocional y proveen una sensación de bienestar (y a tu mamá y a mí nos gusta tanto esa sensación, que nos partimos de risa cuando estamos juntas).
Susi, como pronto vas a ser mayor porque cumplís un año, ya te contamos cosas como éstas que te van a servir de mucho en la vida... y porque media hora de risa equivale a 500 abdominales y uno se lo pasa mucho mejor riendo que sudando...
¡Infinita fuente del saber: Wikipedia!
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