jueves, 24 de enero de 2013

Volver

Es difícil decidir cuándo volver al blog mientras una tiene una especie de remolino en la cabeza con listas de cosas por hacer. A estas alturas ya tendría que tener claro que para eso existen las prioridades y debería ponerlas en práctica sin más.

Por fin parece que nos vamos estableciendo en una ciudad nueva, en una casa nueva y en una vida nueva. Pasaron meses de transición hasta llegar a este punto y durante cada uno de los días de ese período me fueron viniendo a la cabeza millones de temas de blog... que si una anécdota divertida, que si un recopilatorio de las palabras de ánimo de quienes me conocen, que si un artículo interesante para leer, que si una recomendación de sitios para visitar, que si un álbum de fotos de diversos momentos y muuuuchas más. Lo mejor sería empezar inmediatamente y retomar un buen ritmo porque ya podría estar pasando que me encuentre hablando sola a este lado del ordenador de biblioteca que me acoge.

Les cuento: Como mi oficina-despacho-sala de costura-refugio-rincón o lo que sea, recién hoy tomó forma para el fin a que va a ser destinado, es en este presente día que decido volver de una manera que espero sea más o menos constante. Todo lo que compone esa especie de cueva fue saliendo de sus cajas en este último tiempo y dando forma a un espacio que será mi ventana al mundo a partir de ahora. Acarrear un mini-portátil por el mundo con mala conexión y tener la vida repartida en cuatro casas distintas no ayudaba a centrarme mentalmente como para volver antes.

Y acá estoy, en la biblioteca maravillosa de este muncipio nuevo que me aloja desde hace sólo diez días. A mi izquierda un señor que ocupa un ordenador con tiempo de visita limitado a diez minutos y que tendrá que darse prisa para dejar lugar a otro curioso en breve. A mi derecha, una chica de aspecto entre desaliñado y amable que me pidió que le explicara cómo llegar a una dirección que no conozco y que ahora consulta en internet además de pegar un vistacito al feisbuc. Junto a ella, una menos joven que ya dejó sonar tres veces su teléfono móvil, circunstancia que hizo levantar de su asiento al bibliotecario de guardia, quien además de algo malhumorado, parece no andarse con demasiados rodeos.

El edificio está construido totalmente en vidrio, lo que deja que entre la luz a raudales con un fulgor que ahora mismo convierte en resplandeciente mi pantalla y supongo que también las de los demás. Las hileras de estanterías con libros de todas las materias dividen las salas de estudio, lectura y ordenadores, todas a rebosar en un día como hoy, próximo a fechas de examen. Sólo me falta una tacita de té en una taza decorada con gusto sobre la mesa y esto sería placer puro.

Como nota curiosa, a la entrada hay un aparador lleno de novelas de todo tipo en el que un cartel anuncia, como si fueran nuevas ediciones de best sellers imprescindibles, "Cincuenta historias que hacen sombra a Grey".

Tengo mucho que contar, que mostrar y que decir... así que, desde acá o desde mi refugio (en cuanto tenga conexión) iré dejando salir todo lo que se acumuló durante estos últimos meses... Ésto va a ser un no parar.

Les debo las fotos... sólo por esta vez.

El señor de la consulta rápida ya se fue, la estantería de las precuelas de Grey está algo más vacía que al entrar y la chica desaliñada debió encontrar su calle y después de varios "me gusta" recogió sus cosas y partió.


4 comentarios:

  1. Como me alegro que estés por aquí y con tantísimo que contar!!
    muchas veces desaparecer es bueno porque acumulamos experiencias que han sido tan intensas que no ha dado tiempo a compartirlas...pero seguro que lo harás pronto.
    Qué bien! Bienvenida a tu nueva vida :D

    ResponderEliminar
  2. welcome back! priorice y bloguee, la estábamos esperando =)

    ResponderEliminar
  3. Poco a poco se puede abarcar todo... ya verás como volverás pronto.

    Besos!

    ResponderEliminar

Blogging tips