Quiero ser artista y lo intento todos los días... Pero me tengo que convencer: ¡eso es un don! Me tengo que convencer pero no quiero asumir que no lo traigo de fábrica. Aunque con esta foto (lo digo bajito), casi me sentí artista... ¡qué linda es! Con su farolito, su sombra, mi plantita al fondo (plantada por mi brote a brote y regada cada día... Bueno, cada día que me acuerdo). Digamos que hay días en que uno hace cosas de esas que luego le dan a uno un orgullito interno. Esta es una simple foto, pero a veces hacemos algo más. Esa comida que nos sale riquísima, ese libro que acabé de leer hoy, ese propósito de hacer ejercicio que pensé que no iba a cumplir y al final la conciencia me obligó y me hizo sentir feliz al acabar (agujetas aparte)...
Todos los días tendríamos que hacer algo por lo que sentirnos orgullosos, pero lo mejor de todo es al menos intentarlo, porque hay días que ni eso... uf! qué pereza... Tampoco no siempre se puede estar espléndida.
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