martes, 8 de mayo de 2012

Comprar o no comer, esa es la cuestión

A mí, como a tantos otros mortales, no me gusta hacer la compra... ufff...



Paso 1 - hacer un análisis exhaustivo de la nevera/heladera y la despensa para saber qué es lo que realmente hay que comprar y no volver con un tutti-frutti de artículos innecesarios como suele pasar (confieso que este paso me lo suelo saltar porque en cuestión de previsión no soy de las que subiría al podio con el number one).

Paso 2 - no te olvides las bolsas esas que pagaste (sí, pagaste) en la compra anterior porque si no te va a tocar volver a comprarlas y ya tienes toda la colección ¿Cuestión de ahorro? ¿Cuestión de memoria? ¿Cuestión de previsión? ... mmmhhh... todo junto (como acá se toca el bolsillo, la memoria se alía con la previsión y juntas hacen un esfuercito y ponen las bolsas en el coche nada más acabar una compra para la siguiente... ÉL, las compra cada vez que va, por supuesto).

Paso 3 - al salir del trabajo, al borde de fallecer por inanición, te metes en el supermercado con ganas de comprarte todos los yogures de envase más colorido -los naturales ni los miras-, chocolate con almendras, galletas con tropezones, tortilla envasada, pan con nueces, queso azul-a las finas hierbas-con gusto de salmón y todo el surtido, y ni se te pasa por la cabeza comprar patatas, huevos ni leche... artículos totalmente inútiles en un momento de arrebato estomacal.

Paso 4 - te pones en la cola de caja después de hacer un estudio requeteultracientífico sobre las posibilidades que tiene cada fila de avanzar más rápido que las otras. Nunca aciertas con la más veloz. Nunca (tu primo Murphy ya te lo dijo). Al contrario que los estudios esos de universidades famosas, te olvidas de tener en cuenta las variables: 'viejita que se olvidó la cartera', 'señora a la que la tarjeta no le funciona', 'cajera a la que se le acaba el rollo de papel', 'listo que se cuela cuando oye "pasen por aquí por orden de cola".

Paso 5 - después de batir el récord de habilidad manual metiendo cosas en las bolsas para superar la velocidad a la que la cajera pasa los productos por la cinta, cargas con todo su peso hasta el coche hasta tener los dedos como longanizas y lo colocas todo apretado entre la sombrilla de playa que pasa todo el año en el baúl/maletero, la caja de revistas viejas que nunca te acuerdas de tirar y el triángulo ése rojo reflectante que jamás salió de su estuche porque ni sabías que estaba ahí.

Paso 6 - mientras te subes al coche con el ombligo que ya te toca las lumbares, con una mano vas alternando mordiscos de esas galletas de chocolate con otros de una empanada de atún envuelta en plástico, y con la otra intentas meter la llave en el contacto para salir como una bala (y de paso te mirás en el retrovisor  ¿a que sí? di la verdad).

Paso 7 - llegas a casa y no hay nadie ¡catáaaastrofe! Vas a tener que bajar las bolsas solita y además, guardarlo todo en su sitio, por supuesto ¡qué ilusióooon! Nada te hacía más ganas al llegar del trabajo: colocar todo en la despensa y nevera justito antes de comer.

Paso 8 - las ganas de comer se te pasaron porque entraste en coma.

Paso 9 - cuando acabaste de guardar todo es hora de empezar a cocinar para la cena (si lo llegas a saber te vas al gimnasio directa y tomas la firme determinación de no volver a comer ni hoy, ni mañana, ni nunca más en la vida).

Paso 10 - la conciencia te puede y te repitess que síiiiiiii, que te gusta comer y que vas a volver a comer algún día cuando se te pase esa extenuación y el cabreo y, por obra y gracia del espíritu santo, abras la puerta de la nevera y estén los ingredientes ahí esperándote para cocinar algo rico, sano, nutritivo... bla bla bla...

Para ahorrarte los 9 primeros pasos, alguien muy pero que muy listo creó ésta web que te manda a casa los ingredientes necesarios para cocinar 5 comidas a la semana para dos personas, junto con las recetas para prepararlas. Al entrar puedes ver el menú semanal, los ingredientes y hacer tus pedidos. Díganme una cosa: ¿¿¿No es genial??? La idea me parece buenísima.



Y, cómo no, una vez más me digo a mí misma: ¿pero cómo no se me ocurrió a mí? (¿se dieron cuenta cuántas veces dije ésto desde que tengo un blog?... uuufffffff... como mil).

Moraleja: dejáte de mirar blogs y ponéte a pensar en algo bueno, que tenga éxito y te hagas rica para dejar de trabajar y dedicarte a mirar más blogs y tener más ideas.


4 comentarios:

  1. ¡No me extraña que no te guste hacer la compra si es casi como ir a la guerra! El paso 3 arruina toda previsión, todo ahorro y toda dieta. A mí tampoco me gusta hacerla. Me gustaría que cada día, cuando voy a la despensa, esté llena con todo lo que busco, como por arte de magia.
    Un beso,
    Chari

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  2. No conocía la web. Estoy cada día estrujándome la cabeza pensando en todas esas cosas en las que creo que falta ese "algo" como tú me imagino con todo el tiempo del mundo mirando Blogs y haciendo DIY ^^ Buenísimo post, un besazo!

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  3. Pues es que a mi me gusta mucho ir a la compra!!! Jejjeje lo que me pone de los nervios es el tema de las bolsas!! Yo siempre las olvido. Y en las colas es como en los atascos... siempre voy a la que más se para.

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  4. y las bolsas que no se abren?? yo me siento la más torpe del mundo...
    Es inclreíble la cantidad de buenas ideas que hay por la red! Estoy como tú, buscando LA IDEA... pero llegará, llegará...

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