martes, 12 de junio de 2012

Sabios consejos

Una vez oí a una decoradora por la radio decir que si no tenías dinero para redecorar tu casa, que dedicaras un día a hacer limpieza de trastos que no necesitás (era una adelantada a su tiempo porque es un consejo anti-crisis genial). Despejar. Dejar sólo lo imprescindible. Vaciar espacios sobrecargados y aligerar los rincones (que limpies de una vez, vaya). Creo que se trata de un efecto más que nada funcional, pero yo digo que también es óptico, sin duda. El hecho de ver ambientes despejados relaja la vista (nada estresa más que la ropa de tu tal para cual por el suelo o la casa de Mario y Alaska).

En cierto modo, aunque con muchas reservas, creo que es el caso de esta casa que ven acá. El ambiente parece despejado, los espacios son amplios y no se ven objetos amontonados en ningún lado. Ahora, no nos engañemos, no se trata de una vivienda corriente. Esos ventanales no los tiene cualquiera, ni tampoco esos techos de vigas ni ese altillo, pero el concepto me gusta por la sencillez. Da la sensación de que no se rompieron la cabeza pensando cómo la decorarían sino que aprovecharon todo lo que iba surgiendo para colocarlo de forma ingeniosa.

Esos ventanales yo no los tengo, todo hay que decirlo, pero en mi casa sencillez es lo que sobra ;-)

Si quieren ver todas las fotos, acá









2 comentarios:

  1. Me gusta esta entrada y mucho. Los consejos son muy buenos, estoy estos días despejando mi habitación experimentando esta bonita sensación, quedándome solo con lo imprescindible y... ¡qué bien me está sentando!

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  2. Es verdad, que horrible la sensación cuando entras a un espacio lleno de trastos y sin luz, Estoy leyendo un libro de feng shui, que te da unos trucos fantásticos!
    Bss
    Laura

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